COMPETENCIA LATINOAMERICANA
por Mercedes Orden
Mercedes Gaviria Jaramillo vive entre Argentina y Colombia. En verdad, su presente está radicado en Argentina, pero los recuerdos y la habitación nunca desarmada esperan en Medellín. Allí también su padre director –Víctor Gaviria-, su madre antropóloga –Marcela Jaramillo-, y el resto de su familia. Esta ópera prima retrata el momento de la visita con el motivo de acompañar y participar como asistente personal de Víctor en La mujer del animal (2016). Ella no entiende el rol que cumplirá, le confiesa antes de viajar. Mensajes y llamadas atestiguan esos ida y vuelta, esos dos modos de concebir el cine y llevarlo a la práctica que por momentos se cruzan.
Como el cielo después de llover es un retrato íntimo que avanza en la mixtura de diferentes documentos y formatos. Las grabaciones familiares de un padre que decidía filmar todo el tiempo -y no especialmente en las fechas festivas- se unen a un diario que comenzó su madre durante el embarazo hablándole de él, su miedo a la pérdida, pensando a su hija en camino como una futura confidente. En paralelo avanzan las imágenes en presente que captura Mercedes en el set y las sensaciones encontradas que le generan estar participando de una película con temática de violación que, a su vez, es filmada por un hombre. Entre esos territorios, tres puntos de vista se exhiben, y a partir de ellos, la directora se mueve mientras plantea nuevas preguntas acerca de los puntos de vista.

Sobre el archivo íntimo, ella reflexiona: «los videos caseros de infancia se convirtieron en un recuerdo inmóvil de la familia que habíamos sido». Allí le canta a su hermano bebé, se baña, le hacen peinados, debuta frente a cámara, incluso se pone celosa de otra niña actriz. La nostalgia se condensa en imágenes y palabras que la ayudan a comprender de manera crítica y sincera la particularidad de tener un padre director, lo público-lo privado, su sensibilidad, sus ausencias vistas en los cambios de su madre, y en relación a ella, sus silencios, su dedicación a las plantas.
En el rodaje de La mujer del animal, Gaviria Jaramillo busca los momentos para ponerse a un costado y ver lo que ocurre alrededor. Las historias paralelas emergen: actrices y actores naturales, la auxiliar de enfermería que deberá abandonar su trabajo, las prostitutas del pueblo actuando historias similares, las violencias de género naturalizadas, la lluvia que irrumpe, los cuerpos exhaustos. Del mismo modo piensa este valioso documental en primera persona que necesita correrse y buscar cierta extrañeza para consolidar su memoria.
En Como el cielo después de llover la voz de Mercedes va cobrando fuerza mientras piensa los lugares que la definen, los roles familiares que la interpelan, las relaciones que se establecen al interior, los gestos con los que empatiza y los otros. Ahora es ella quien toma la cámara para retratar lo que ocurre en los márgenes del relato, y asimismo encontrar el modo de hacerlos hablar. El juego de rupturas y semejanzas en el que queda entrampada es quizá su momento para comprender a lo que se refería su padre cuando le decía que ser director de cine era el trabajo más difícil del mundo.
Argentina-Colombia, 2020 Dirección: Mercedes Gaviria. Fotografía: Mercedes Gaviria, Mauricio Reyes, Alejandra León Edición: Rodrigo Traverso, Florencia Gómez García. Sonido: Marcos Canosa, Mercedes Gaviria. Montaje: Matías Gowland. Producción: Jerónimo Atehortúa, Mercedes Gaviria, Eugenia Campos Guevara. Compañía Productora: Invasión Cine, elhecho Cine, Gentil Cine Duración: 73 min. |