DAR TESTIMONIO EN LOS MOMENTOS DIFÍCILES

por Mercedes Orden

La carta y el cortometraje avanzan en un trayecto de lo individual a lo colectivo. Ya no es el caso de un escritor, de una secuestrada ni de un grupo, sino de lxs trabajadores, estudiantes y del pueblo argentino como blanco de ataque frente a un plan sistemático de desaparición, tortura y exterminio como forma de disciplinamiento social. Las fotografías, los dibujos y el material audiovisual testimonian el horror. Las palabras de Walsh vuelven mientras observamos los rostros de las víctimas de la dictadura deformados por golpes, atemorizados, sucios, ensangrentados.

Hacia el final, las otras víctimas aparecen, son lxs explotadxs, imágenes de la pobreza que confirman un plan global y, en particular, el rol del imperialismo norteamericano en el entrenamiento -dentro de la Escuela de las Américas- y la financiación de los golpes de Estado de toda la región que se conocería como Plan Cóndor. Dice Rodolfo:

En la política económica de ese gobierno debe buscarse no sólo la explicación de sus crímenes sino una atrocidad mayor que castiga a millones de seres humanos con la miseria planificada.

III

La desaparición Raymundo Gleyzer, el secuestro y asesinato de Rodolfo Walsh no son hechos aislados sino que exhiben una continuidad con la violencia en tiempo presente. Los recientes actos represivos cometidos contra reporteros gráficos y la comunidad audiovisual en protestas pacíficas donde se reclamaban los puestos de trabajo y el hambre del pueblo vuelven sobre el plan de intentar acallar cualquier intento de crítica y visibilización. Nuevamente se pretende generar temor con el fin de no dejar registro del descontento social y los actos de resistencia.

Borrar la memoria del pasado e impedir las imágenes del presente a través de acciones como la desfinanciación del INCAA, el intento de cierre de Agencia Télam o los actos de censura a la Tv Pública no son solo un ataque contra la libertad de expresión, sino una lucha por lo simbólico donde discursos oficialistas colmados de mensajes psicopáticos y datos falsos intentan quitarle importancia a los crímenes de lesa humanidad equiparándolos con acciones de civiles -en un revival de la Teoría de los dos demonios- poniendo en duda a lxs 30.000 desparecidxs y atentando contra el consenso democrático.

A pesar de la distancia temporal y generacional, las palabras de Rodolfo, retomadas por el Grupo Cine de la Base, nos interpelan e invitan a pensar de qué modo nos podemos comprometer con el presente. Un compromiso que no implique una respuesta similar al discurso de odio promovido por el gobierno actual, sino comprender el potencial de lo propio, construyendo nuestras herramientas y mirando hacia atrás para recuperar la herencia que no pueden arrancarnos.

IV

En un presente donde nos quieren inmóviles, atomizadxs, censuradxs, desfinanciadxs, empobrecidxs, no podemos olvidar que parte de esos despojos tiene la intención de quitarnos, a su vez, la posibilidad de imaginar. Crear memoria puede ser un modo de resistir. Volver sobre nuestra historia y rearmar la idea de un proyecto que vaya más allá del propio, donde podamos imaginar otros mundos habitables, implica comprender que tal construcción no puede lograrse de forma aislada.

Cultivar el presente quizá sea una respuesta a la hora de preguntarnos qué podemos hacer. En épocas donde intentan despojarnos de cada derecho conquistado, no podemos permitir que se queden, también, con nuestra potencia creadora. Las palabras de Rodolfo vuelven y toman más fuerza a la hora de insistir en la importancia del proyecto común.

El terror se basa en la incomunicación. Rompa el aislamiento. Vuelva a sentir la satisfacción moral de un acto de libertad. Derrote el terror. Haga circular esta información.

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